Planning: Tengo nuevos retos o cosas que hacer. Intento escribir un artículo sobre el botellón para una revista cultural desde el punto de vista de la juventud. A la vez intento desmitificar ciertas historias que se cuentan por ahí… a ver si me lo aceptan. Si no, tendré que volver a la historia de siempre y centrarme en cine, música y televisión. No está mal, pero ¿qué hay sobre abrir puertas?
Tristón: Hay días mucho más tristes de lo normal, los llamados días tontos. En esos días te sientes frágil y susceptible a cualquier estímulo, pero sucede que a veces ese estímulo no aparece. También hay muchas ganas de escribir aunque no tenga sentido nada de lo que cuente. Quiero que llueva para salir a la calle sin paraguas y mojarme con la lluvia por una vez, aunque después tenga que llegar al piso y hacerme un caldo calentito. Creo que no hay estampa más acogedora que ésta. ¿Y si además puedo temblar en el sofá? Ojalá alguien me enseñara a temblar, a asustarme, a no ser de barro o de hojalata. Un pequeño estímulo bastaría.
Arrugado de vivir: He vivido una segunda y breve pubertad. Por unos días mi frente se llenó de granos molestos (a nivel psicológico, supongo, más que físico). Dicen que las personas que tienen granos lo pasan mal en la adolescencia, pero lo agradecen en la madurez. El acné aparece en pieles grasas, por lo que después se evitan las arrugas. Yo no estoy de acuerdo; tengo la cara llena de pequeñas arrugas.
De sonreír.
Una imagen vale más…: Y cada vez que salgo a la calle me gustaría tener una cámara de fotos de las de verdad, no la digital de mi hermano, sino una buena, porque voy planeando fotos a diestro y siniestro. Miriam, ¿nos cambiamos de carrera? (esta última pregunta es una asociación de ideas que sólo yo comprenderé; básicamente consiste en que a lo mejor me gustaría dedicarme a esto de la imagen, medios de comunicación… en lugar de a traducción).
El olor del papel: Y es que llevo unos días en que no hago otra cosa. Cuando creo (o intento convencerme de) que tengo los ejercicios hechos, cojo un folio en blanco y empiezo con pensamientos, historias inacabadas y cartas, muchas cartas de papel gigantes. Cojo un DIN A3 y lo lleno de palabras y deseos, pensamientos y secretos. Y me gusta creer que son una prolongación de mí. ¡Cuántas historias habrán empezado con una carta!
Tristón: Hay días mucho más tristes de lo normal, los llamados días tontos. En esos días te sientes frágil y susceptible a cualquier estímulo, pero sucede que a veces ese estímulo no aparece. También hay muchas ganas de escribir aunque no tenga sentido nada de lo que cuente. Quiero que llueva para salir a la calle sin paraguas y mojarme con la lluvia por una vez, aunque después tenga que llegar al piso y hacerme un caldo calentito. Creo que no hay estampa más acogedora que ésta. ¿Y si además puedo temblar en el sofá? Ojalá alguien me enseñara a temblar, a asustarme, a no ser de barro o de hojalata. Un pequeño estímulo bastaría.
Arrugado de vivir: He vivido una segunda y breve pubertad. Por unos días mi frente se llenó de granos molestos (a nivel psicológico, supongo, más que físico). Dicen que las personas que tienen granos lo pasan mal en la adolescencia, pero lo agradecen en la madurez. El acné aparece en pieles grasas, por lo que después se evitan las arrugas. Yo no estoy de acuerdo; tengo la cara llena de pequeñas arrugas.
De sonreír.
Una imagen vale más…: Y cada vez que salgo a la calle me gustaría tener una cámara de fotos de las de verdad, no la digital de mi hermano, sino una buena, porque voy planeando fotos a diestro y siniestro. Miriam, ¿nos cambiamos de carrera? (esta última pregunta es una asociación de ideas que sólo yo comprenderé; básicamente consiste en que a lo mejor me gustaría dedicarme a esto de la imagen, medios de comunicación… en lugar de a traducción).
El olor del papel: Y es que llevo unos días en que no hago otra cosa. Cuando creo (o intento convencerme de) que tengo los ejercicios hechos, cojo un folio en blanco y empiezo con pensamientos, historias inacabadas y cartas, muchas cartas de papel gigantes. Cojo un DIN A3 y lo lleno de palabras y deseos, pensamientos y secretos. Y me gusta creer que son una prolongación de mí. ¡Cuántas historias habrán empezado con una carta!
(In)comunicación: ¿No son graciosos los padres cuando intentan ponerse serios o hacerse los modernos? Sí, ese momento en el que dejan caer que lleves condones, que no te fíes de nadie… Si vieran el cajón de mi cómoda lleno de látex, se caerían patrás’.
.
Y para esbozos de pensamientos 1, pincha aquí
5 comentarios:
tu musa se merece un altar
xDD
(no se qué más poner, pero bueno, a estas alturas sobran las palabras) ;)
¿Angustia existencial?
Cambiaría el mundo laboral por ese en el que habitas. Siento que nunca me permitirá escapar para terminar Historia, lo que daría por un día de esos. Sabes ? En que estaría pensando yo en esos momentos para no darme cuenta la existencia de esos momentos. Seguro que pensando en de donde ahora quiero escapar. Chapeau killo!
Un abrazo!
Mis padres no sosn graciosos nunca :(
Bueno, mi padre sí. A veces. Cuando mete la pata se le queda una carta de yo no he sido muy divertida, jiji!
Me dejas indefenso cuando pones este tipo de cosas... cuando eres capaz de tratarlo todo y de una forma tan... bonita que hace cualquier tema interesante.
De verdad, si eso no se llama ESCRIBIR, ya me dirás tu a mi qué es escribir...
Chapeau.
Publicar un comentario