Porque en el fondo aún somos niños!

Supongo que es algo de lo que nosotros somos los primeros en ser conscientes. Somos como críos, oye. Esta foto me la eché en la ciudadela de Budapest (¿en Buda?) el primer día de turismo. En realidad fue ver la foto y me pedí la pose (o se la robé a alguien, no sé). Posamos casi todos delante del dragón de piedra. La idea era hacer una entrada con todas las fotos seguidas, pero parece ser que la informática y yo estamos destinados a llevarnos mal eternamente. Recuerdo ese día como uno de los más completos (no podría decir uno de los mejores, ahí es difícil mojarse), ya que desde que salimos por la mañana y cruzamos el Danubio hasta que llegamos por la tarde previo paso delante del Parlamente pasaron muchas pequeñas cosas y muchísimas fotos. Sigo empeñado en lo mismo, hay que viajar un poco más y olvidar que crecemos. Ahora que las articulaciones aún nos funcionan debemos aprovechar, jajaja. Pasadlo bien!