And do you brush your teeth before you kiss? Do you miss my smell? What about me? What about me? What about...?


Va dejando trozos de él por todas partes. Algún día desaparecerá conforme anda.
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viernes, 14 de agosto de 2009

Carmina: Mi primera vez

Se llamaba Guille aunque le decían 'el Tenazas', no preguntéis por qué... Yo tenía 15 años recién cumplidos y él era el típico chico por el cual si él te dice ven, lo dejas todo. ¡Ay, lo que tenia de virgen lo tenía de tonta! Recuerdo que llevaba unca camiseta negra y todos sus amigos le aplaudían: en la camiseta ponía algo que no se inventó precisamente hace 3 días, "Esta noche follo". Me acerqué a él, creo que apenas habíamos cambiado una palabra hasta entonces, cuando estuvo solo:
-¿Esta noche follas?
-Bueno... esta noche o esta mañana, da lo mismo -respondió y me guiñó el ojo.
Yo bajé la mirada y encontré saliendo de su bolsillo un peine, exactamente como todo ídolo adolescente que se preciara.
-Yo nunca... -dije.
-Yo sólo lo he hecho una vez -me confesó. -Quiero que ésta sea especial, no con la primera tía que se cruce por delante. Y tú eres guapa.
Yo no era guapa: era fea, gordita y tenía la cara llena de granos. Pero tenía coño, claro, en eso no hay discusión. Me propuso vernos en el pasillo a los veinte minutos de empezar la clase. Fui a clase nerviosa, atacadísima. Mi compañero de pupitre, un tal Julio al que odiaba (desde entonces los rubios me han dado como cosa...), me hizo dejar de darle pataditas a la mesa. Lo recuerdo todo tan bien... Era clase de Lengua española, lo sé porque por entonces fantaseaba con Mateo, el profesor. Todos los profesores del departamento de lengua tenían muy buen ver. Mientras pensaba si ir o no, el profesor hablaba de oraciones yuxtapuestas, coordinadas, disyuntivas, copulativas... sobre todo copulativas. Pero yo me sentía adversativa.

Al final dije: ¡qué demonios, si está como un tren! Y justo cuando el cronómetro marcó 19 minutos me levanté, me acerqué a la mesa del profesor y le dije que tenía que hacer "algo íntimo". No mentí. Cuando llegué al pasillo él me estaba esperando: más que un pasillo era un balcón inmenso que recorría toda la fachada y al final estaba el servicio de los chicos, bien alejado del nuestro. Guille estaba apoyado en la pared, con esa actitud tan chulesca por la que estaba ahí, chaqueta vaquera, media sonrisa y ojos como puñales. Cuando llegué a él me cogió de la mano:
-Sabía que no me defraudarías.
Yo le reí el comentario. Todo tan cliché, todo tan erótico. Me llevó de la mano al servicio de los chicos, encendió un cigarro y echó a dos chavales que estaban dentro. Me ofreció una calada que rechacé, entramos y cerró la puerta. Olía a meadas como sólo huele en el retrete de un instituto, pero afortunadamente aún era martes y estaba relativamente limpio.
-¿Lo hacemos contra la pared o sentados en el váter? ¿O por detrás?
-¿Contra la pared?
-Vale. Bájate las bragas y yo lo preparo todo, no tengas miedo. Quiero que sea especial...
Abrí un poco las piernas para bajarme las bragas, él se chupó el dedo y lo metió bajo mi falda. Entonces tocó donde sólo yo había tocado por entonces. Le ayudó a meterme el dedo, lo volvió a chupar, lo chupé, lo volvió a meter, metió dos, tres. Empecé a gemir. Se bajó la cremallera. Me hizo cogerle la polla y pajearle; nunca lo había hecho, pero había pillado a mi hermano haciéndolo varias veces. Ahora gemíamos los dos. Me besó. Sentí su lengua caliente y húmeda en mi boca volando de un sitio a otro y cerré los ojos. Se acercó a mi cuerpo me apretó las tetas con las manos y me la metió poco a poco. Yo pensaba en Mateo. Le toqué el culo, y cuando estaba dentro del todo empecé a moverlo. Él iba y venía, iba y venía, empujaba más y más... Sudábamos. Me mordí el labio. Le mordí la oreja.
-Puta, me haces daño.
Eso me dolió pero también me puso más cachonda. No usamos potección. Los primeros noventa eran aún muy locos. Sangré un poco. Me corrí. Grité. Me metió el puño en la boca y mordí. Empujó con más fuerza. La puerta temblaba a nuestras espaldas. Cada vez que oía voces el corazón se me aceleraba más. Él se corrió y dejó caer su cabeza sobre mi hombre. Me acarició bajo la camiseta y me lamió el cuello y la cara. Entonces sacó la polla, se puso los pantalones y salió por la puerta sin mediar palabra.
Me arreglé un poco, me quedé llorando un rato con las bragas bajadas en el servicio de los tíos y luego me reí yo sola porque me había gustado. Y porque si un niñato como Guille me había hecho correrme, qué no lograría hacerme Mateo...

viernes, 7 de agosto de 2009

Carmina: El test definitivo


La madre que me trajo... después de toda la semana haciendo la mierda del cuestionario femenino para mujeres muy femeninas que me encargaron en la revista llego hoy a entregarlo, lo lee la jefa que es una siesa con cara de tener un palo metido en el culo (aunque ya quisiera ella, ya...) y me dice que "no es apto para publicarlo en una publicación de nuestro estilo". Ya quisieran tener algo apto para publicación en esta revista para cincuentonas insatisfechas con sigo mismas. Así que he tenido que improvisar esta mañana un test digno de publicación, me he tenido que quedar en la pausa del desayuno y del cigarrillo haciendo el puto test. De todos modos os voy a enseñar el primero con mis respuestas marcadas y así sabeis algo más de mí. Mañana os cuento mi encuentro con el del aire acondicionado, que tenía planeada una escapada con Noe y Miriam a Sitges, de playita, pero este finde nos va a caer la de Dios y hemos improvisado dos días en plan Bridget Jones. Os dejo con el test, me voy a ver True Blood, que los vampiros me ponen cachondísima y el hermano de la prota, lo siguiente.

¿ERES UNA MUJER DE HOY?

1. Perdiste la virginidad...
  • En el colegio
  • En el insti (14-18 años)
  • En mis vacaciones en la playa
  • Al llegar a la facultad... ¡qué locura! Cum laude
  • Mi virginidad es mi mejor amiga
2. ¿A cuántos tíos te has tirado?
  • Al mío, es mío y sólo mío
  • A tío Pepe, Juan y tío Manuel
  • 10 o 20
  • 50... y sigue contando
  • 5
  • Perdí la cuenta hace mucho
3. ¿En qué te fijas primero en un hombre?
  • Los ojos son el espejo del alma
  • La boca: antes de comérmela tengo que estudiarla
  • El paquete: si es pollón, cae
  • El culo, puede que mi dedo acabe ahí
  • El pelo: odio los pelones
4. ¿Tienes muchas amigas?
  • No, siempre estoy ocupada en la cama
  • Muchíiiiiiiiiisimas, soy una mujer muy sociable
  • Dos o tres, pero son ELLAS
  • Las de siempre, del insti, la facultad
  • ¿Amigas? ¿Quién las necesita?
5. ¿Te consideras una persona...?
  • Liberada
  • Sexy
  • Simpática
  • Recelosa
  • Tímida
  • Feliz
  • Infeliz
6. ¿Cuál fue tu mejor polvo?
  • Todos son buenos
  • El último
  • Con un madurito
  • Con un cachas
  • Con un yogurín
  • Con un machoman
7. Tu persona de confianza es...
  • Mi amigo gay
  • Mi amiga de confianza, la de toda la vida
  • MI madre
  • El cura del pueblo
  • Mi hermana es mi cómplice number one

domingo, 2 de agosto de 2009

¡Al fin!


Al fin acaba la semana más agobiante de mi vida, o al menos la más fructífera. Por eso este fin de semana he estado tan ausente (por eso y porque me he metido media temporada 1 de Doctor Who). El resto de semana ha sido: empecé acabando a contrarreloj un relato vampírico para que quedara decente. Hasta ahí bien. Luego descubrí un certamen literario de novela de terror que me venía a pelo para una novela que terminé hace unas semanas, pero tenía que revisarla por completo y añadirle una nota del autor. Estuve con ella hasta el jueves, pero el viernes cumplía el plazo, de modo que logré enviarlo a tiempo. Luego está el invento blog, que no ha resultado tan exitoso como esperaba...: cada día un personaje, hecho. Juro que me los iba inventando día a día (y noche tras noche, con el consecuente insomnio). Eso son 5 relatos más por toda la cara. El jueves, después de mandar la novela que no ganará nada me puse a revisar mis cuentos y relatos para seleccionar uno y publicar en una revista literaria. Escogí dos y los envié. Al mismo tiempo ha comenzado la aventura literaria de mi (nuestras) vida(s): una revista cultural hecha por jóvenes dirigida a los jóvenes. Formo parte del equipo de redacción, es decir, el núcleo del proyecto, y ya empiezo a pensar artículos y cosillas para que la cosa prospere. Por otra parte, preparo la publicación de mi primer libro… no sé si para este verano. Esta semana he hecho todo lo que os he contado, y para rematar ayer fui al cine, por eso de desconectar, y nada más llegar escribí la crítica. Por cierto, os recomiendo muchísimo que vayáis a ver Up =) Y ahora os dejo, que me espera Esperanza…
¡Menos mal que el domingo que viene es mi cumpleaños! ¿Y...?

viernes, 31 de julio de 2009

Carmina: Señor, sí, señor

Hoy me gustaría dedicar la primera parte de mi post a dos personas a las que no conozco pero que murieron ayer. Mi gesto de repulsa y apoyo a las familias. Va por vosotros, Carlos y Diego


Esta mañana me ha despertado la gata. Llegaba tarde al trabajo. Justo cuando cogía el metro me llama mi hermano para decirme que está en Mallorca, pero no de vacaciones malpensados. Como Guardia Civil se sentía en la obligación de ir a despedir a sus compañeros. Me ha entretenido tanto que me he metido en el último vagón, ese en el que no hay nadie, y ahí que me he metido. He llamado a la redacción para decirles que hoy se tenía que inventar alguien el horóscopo, que copiaran el del año pasado o lo que les diera la gana. Al poco ha entrado en el vagón un tipo interesante... tendría como 50 años pero se mantenía muy bien. Me he levantado y me he sentado a su lado, me he puesto los cascos y he hecho como que oía música. He soltado el mp3 y me he agachado a cogerlo, y de rodillas entre sus piernas le he puesto cada mano en un muslo. Al principio ha dado un respingo, pero por poco tiempo ya que me ha dejado subir poco a poco hasta que tenía el dedo junto a su paquete. Lo he empezado a rozar de manera suave hasta que he notado que el bulto iba creciendo y entonces me he esforzado un poco más hasta que se notaba la forma de la polla bajo el pantalón. No ha entrado nadie mas, pero cuando se estaba bajando la cremallera ha parado el metro y se ha cortado y me ha dicho que si íbamos a su casa. Yo le he dicho que a donde él quisiera, tenía ganas de montármelo con uno madurito y la cosa estaba a huevo, más que con cualquier tío con menos de 30. Dos paradas después bajamos, vivía cerca, y me llevó a su apartamento, un apartamento familiar.
-¿Cuántos años tienes? -me ha preguntado.
-25.
-¿Cobras?
-Solo si quieres pegarme, papito. ¿Te puedo llamar papito?
Ha tirado de mí y me ha tumbado en el sofá. Mientras me comía el coño yo estaba mirando las fotos de comunión de sus hijos. Había un chaval rubio que tenía su aquel... Luego me ha dicho: chúpamela. Y ya me la ha enseñado. No la tenía muy grande ni muy pequeña, pero sí muy dura y con bastantes venas y el vello algo cano. Se la he estado chupando durante bastante tiempo y ha aguantado sin correrse.
-Tú chupa chupa, que yo aviso.
La ha sacado de golpe y me ha dicho que a cuatro patas. Yo me he puesto a cuatro patas, aun con la falda pero sin el tanga y tenía justo delante una foto de la que sería su esposa y él juntos.
-¿Quieres que te la meta?
-Sí, papito...
-No. Me vas a responder Señor, sí, señor. ¿Te la meto?
Antes de que respondiera me la ha metido... por el culo. Me ha agarrado la cintura y ha empezado a bombear con fuerza, a pelo mientras me gritaba que si me gustaba y yo decía: "¡Señor, sí, señor!" y cuando se ha cansado de la postura la ha sacado y se ha sentado.
-Ven con papá- ha dicho.
Me he acercado, me he desnudado de todo y me ha sentado sobre su polla, esta vez en el coño. He empezado a moverme entre saltos mientras gemía y gemía y le tiraba del pelo gris del pecho. Se ha puesto algo rojo, no sé si del dolor o el placer, y se ha corrido al poco tiempo. Me he puesto de rodillas y le he limpiado la polla con la lengua. Cuando he acabado se ha puesto a recoger mi ropa y me la ha dado y me ha acompañado a la puerta... y cuando ha abierto estaba con la llave en la mano el rubio de la foto:
-Papá, ¿pero qué haces que no estás trabajando?
-Mira, que tenía una entrevista con esta chica sobre el caso que llevo y... mira, no te voy a aburrir. ¿La acompañas tú o la acompaño yo abajo?
-Señor, sí, señor -he respondido y he agarrado de la mano al rubio y hemos entrado en el ascensor, pero ésa es otra historia que si queréis contaré otro día.

lamusique

No podría vivir sin

eveybody's gotta learn sometimes

Un libro

Un libro
Un saco de huesos, Stephen King