And do you brush your teeth before you kiss? Do you miss my smell? What about me? What about me? What about...?


Va dejando trozos de él por todas partes. Algún día desaparecerá conforme anda.

sábado, 10 de julio de 2010

3, 2, 1...

Nuestro propio cielo (2007) from Roberto Pérez Toledo on Vimeo.


Hoy os dejo este corto, que no tiene nada que ver con lo que quería contar, pero lo reservo desde hace un tiempo y hoy es tan buen día como cualquier otro para mostrároslo.
Hoy venía a hablar de otras cosas. ¿Habéis visto la serie de televisión Gravity? Rarísima, pero rara, rara. Va de un grupo de suicidas que, por suerte o por desgracia, fallaron en su intento de morir y ahora tienen que reunirse con un psicólogo en una de esas terapias tan de moda en Estados Unidos a lo "Suicidas Anónimos". Progresivamente vamos conociendo los casos de todos los implicados, cómo sus vidas se entrelazan y se hacen necesarias para los demás. Aún no la he acabado, pero me está encantando.


Total, suicidio. La Iglesia lo repudia (y van...). Lo repudia, supongo, porque supone la destrucción de una criatura de Dios, y magna tarea sólo le corresponde al Creador. Pero Dios crea y se desentiende. No nos deja escoger, y vale, no es cuestión de que todos nos tiremos por un puente, pero a veces la vida nos supera. En esas ocasiones, las personas más débiles y valientes pueden sucumbir y dar el paso, abrazar la muerte al dulce sueño eterno en la tradición de los románticos. Yo sería incapaz: me falta el valor y las agallas, las tripas y la sangre fría. Y en cualquier caso, si alguna vez decidiera dar el paso, supongo que no podría desangrarme en una bañera por eso de que autoinfligirme daño. No puedo ni pincharme la heparina, ¿cómo cojones sería capaz de cortarme la piel hasta llegar a las venas, rasgarlas y dejar que la sangre (con su manto caliente) fluyera hacia fuera?


¿Y vosotros? ¿Sois de los débiles, de los valientes, de los cobardes? ¿Valoráis tanto la vida que el acto del suicidio os parece una atrocidad? Yo, como en todo, considero que la última palabra la tiene en definitiva cada uno. Y no hablemos ya de eutanasia y temas más polémicos, pero si alguien está inconforme con su vida y opina que no quiere seguir luchando, quién soy yo para decirle: NO, de ningún modo.
Y os lo dice uno que lleva dos años luchando =)

5 comentarios:

Jan Lorenzo dijo...

Dos años ya... Como pasa el tiempo... Y aún así recuerdo con total claridad cuando Wannea me asustó con lo que había pasado... Y no puedo llegar a imaginarme lo mal que lo podiste haber pasado. Tuvo que ser una experiencia de lo peor...

Pero sabes? Estás aquí y sigues luchando y eso nos da ánimos a los demás... Yo también estoy con anticoagulantes y llevo 4 años conviviendo con unas migrañas que han decidido quedarse en mi cabeza y tú eres inspiración... Si tú has podido, por qué no yo? Pensar en ti me da fuerzas para seguir adelante y pensar que quizá los anticoagulantes lo consigan y no tenga que pasar por quirófano... Mente positiva, no?? ;P

Besos rubito!!!

Pugliesino dijo...

¿Qué quién eres tú para decirle? Pues una persona que lleva dos años luchando.
Tienes todo el derecho para decirle.
Y fuerza para vencer cualquier infierno.

AnuskA dijo...

Yo soy de las que piensa que cada uno tiene su derecho a hacer lo que quiera con su vida siempre y cuando no hagas daño a los demás.

Contestando a Carlos, creo que el hecho de llevar dos años luchando, no te da derecho a decirle nada a otra persona, puesto que porque tú quieras luchar, no significa que otra persona tenga que querer o tenga la misma fuerza que tú. Lo que si creo que podrías es intentar que viera las cosas de otra manera, pero creo que es lo que intentariamos hacer todos.

En general, la palabra suicidio y lo que implica no es algo que me agrade, creo que todo o casi todo tiene solución (eso si, si van a matarte o a hacerte algo peor, pues si, creo que si lo haría si pudiera). Lo que si que no soporto es la gente que utiliza este tema para llamar la atención, me parece cruel que te amenacen con hacerlo.

De todas formas, lo dicho, cada uno que haga lo que quiera... ahora si, esto no tiene vuelta atrás... y la vida siempre nos sorprende con cosas buenas... ¿no hay nada que haga la pena vivir?

Anónimo dijo...

Yo soy de las cobardes y débiles
no me suicidaría ni pa trás
(por miedo del daño físico, supongo; el otro días Allan me metió una patada(ita) debajo de las costillas, sin quererrrrrrr y me eché a llorar como niña pequeña...
pero no le tengo miedo a la muerte
más bien temo a la vida y a estos días iguales y distintos...
tú fíjate, tengo la teoría de que lo "igual" está en nosotros y lo "distinto" en la otredad; por tanto la vida no tiene por qué siempre ser igual o distinta
ja,já
tú me entiendes
NO AL SUICIDIO
NO MIEDO A LA MUERTE
VIVE LA VIDA
ja,ja,já
acaba de salirme un slogan de esos que usábamos en el comunismo
Rubio un beso enorme y tú sigue, aguanta y no te suicides siempre que puedas
besin

Utopia de sueños dijo...

Yo seria de los valientes, pero no creo que en ese momento lo pensara, ni ahora se si seria la palabra. En fin que es una decisión libre pero hay que tener cuidado que las consecuencias si no acabas podrían ser mas jodidas aun.

Animo y fuerza, que por negro que parezca siempre hay luz a la que agarrarse.

Un abrazo.

lamusique

No podría vivir sin

eveybody's gotta learn sometimes

Un libro

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Un saco de huesos, Stephen King