EL TRISTE DESPERTAR DE SOFÍA BRIGGS
Pasaron varios días hasta que alguien se dio cuenta de que los sueños habían desaparecido. Era una niña rubia y sola. Oía el lejano zumbido del motor, cada vez más irregular ante los embates de las olas desde su camarote. Hacía demasiado tiempo que nadie cruzaba la puerta metálica. De repente, el ruido cesó.
________Sofía se decidió a abrir la puerta a pesar de las advertencias de su padre. Se levantó de la cama pausadamente y estiró la mano hacia el pomo, pero justo en ese instante se obligó a mirar por encima del hombro, como si la voz reprobatoria de su padre fuera a llegar de un momento a otro. La habitación era pequeña, como todos los camarotes, aunque tenía las ventajas propias de un capitán. La mesa de madera que presidía el lugar era de roble macizo, cabían dos camas en lugar de un colchón duro, y la ventana estaba tapada por una especie de persiana metálica para no ver el agua bombear contra el cristal. Por lo demás, el camarote parecía deshabitado.
________En el pasillo exterior no había nadie. El suelo de moqueta aparecía estropeado y sucio, como si la tarea de limpiarlo fuera algo secundario en esas circunstancias. Las voces a lo largo del corredor se extendían como ecos que no llegaban a ninguna parte, como si el mar los devolviera perdiéndolos para que nadie cayera en la cuenta de su procedencia. Y la niebla… la niebla avanzaba como una tela sedosa, al principio imperceptible, de una puerta a otra mientras descendía a los infiernos de carbón.
________Un hombre pasó corriendo, gritando y llorando, todo a la vez, por delante de Sofía. Ni siquiera se detuvo a mirarla. Sofía avanzó justo por donde el hombre había entrado tras cerrar la puerta en cuya placa destacaba la palabra CAPITÁN. Su padre había desaparecido, de eso estaba completamente segura. Mucha gente había desaparecido ya tal y como le había advertido su padre, y cuando ella le dio la voz de alarma, no pareció sorprenderse:
________-Dejé de soñar hace dos noches, padre.
________-¿Y es raro no soñar?
________-Siempre sueño.
________En su momento supo que significaba algo, como el hecho de que la brújula comenzara a dar vueltas sin sentido o la repentina aparición de la niebla por todas partes. La niebla aparecía, duraba unos días por encima de las toneladas de agua y sal y volvía a desaparecer. El bergantín seguía su avance con el quejido mudo de la madera a través de la niebla y el tiempo. Nada lo detenía en su extraño recorrido.
________Una mañana su madre salió del camarote mientras la tripulación dormía. La única mujer de la embarcación se levantó en silencio sin que el capitán se diera cuenta; Sofía, todo ojos pardos, observó desde el silencio de su cama cómo avanzaba con mirada ausente, sin prestar atención a todo lo que la envolvía. El camisón ondeó con el aire que se colaba por la puerta y se esfumó con un último coletazo. No se la volvería a ver jamás. Cuando Benjamin Briggs despertó, buscó con la mirada vaga que afectaba a toda la tripulación y se sentó resignado a sabiendas de que su esposa no volvería.
________Detuvo por un momento la mirada en Sofía, como si algo no le cuadrara, y se sentó sobre el colchón con la cabeza entre las manos. Tomó el cuaderno del suelo y lo soltó sobre la mesa de madera. Le dirigió una última mirada y advirtió, sin pena ni gloria:
________-No salgas de la habitación, eres muy pequeña.
________-Ya tengo… –comenzó a argumentar, pero los “doce años” se fueron por el sumidero del vacío emocional.
________Entonces salió para no volver.
________Y ahora se encontraba en ese pasillo de nuevo, más sola que nunca y con la certeza de que no había vuelta atrás para nada de lo que estaba pasando. Recordó vagamente que cuando entró en el barco era poco más que un bebé con sus dos años y un par de rodillas rollizas, pero algo había sucedido antes de la niebla, los sueños y lo demás. Subió por la escalera más próxima y quitó el seguro de la escotilla. En la cubierta no había nadie, sólo una mancha de óxido en el suelo y un algodón de niebla entre las velas y el mástil. Se asomó por la barandilla y, en un descuido de la niebla, pudo ver el agua negra sobre la que se abría paso el barco con insistente regularidad.
________El Mary Celeste estaba vacío.
________El último de los siete hombres a bordo se había cruzado unos minutos antes con ella por el pasillo, pero se había esfumado sin dejar rastro. Sofía Briggs había entrado en el Mary Celeste con dos años, y de algún modo u otro se había transformado en una señorita, aunque tenía la sensación de que el tiempo transcurrido en alta mar no excedía las cuatro semanas.
________Se levantó las faldas y se apoyó en el timón sin darse cuenta; la bitácora estaba destrozada. Se hizo un ovillo junto al poste de madera que ascendía hasta el timón y esperó durante un tiempo que se le hizo eterno. La niebla pareció espesarse en principio, aunque pasado un tiempo se levantó una brisa que dispersó la bruma y dejó visible la cubierta.
________-¡Capitán, mi capitán! –gritó. -¡Padre, madre! ¡Albert, Andrew!
________Sus gritos la aterraron en el silencio de la inmensidad oceánica. El horizonte no dejaba atisbar más que una línea borrosa en todas direcciones. La línea se iba difuminando conforme avanzaba la tarde y el sol volvía a recogerse. Deambuló por la cubierta aferrándose a la barandilla, pero no había nada que hacer ni sitio donde buscar. Los maderos crujían a cada paso y el barco seguía lamiendo la superficie sin decidirse a parar. No había rastro del bote salvavidas. Tal vez ni siquiera existiera.
________La niebla comenzó a renacer con los primeros indicios de noche. Si algo había aprendido Sofía de su madre era la importancia de las constelaciones a la hora de orientarse. Cuanto menos, siempre era algo tranquilizador por su familiar franqueza, pero ese firmamento no era el que venía dibujado en los mapas de navegación ni en los libros de astronomía. Las estrellas parecían colocadas al azar, sin seguir ningún orden que los humanos se hubieran encargado de estandarizar. Sofía reemprendió su carrera en la superficie entre gritos de pánico al verse abandonada en un barco que avanzaba con la corriente del agua, pero tropezó con una de las velas, que descansaba sobre la proa. Cuando la niebla se apoderó nuevamente de la cubierta, refulgente por el brillo de una luna lejana y menguante, Sofía se arrastró hasta la escotilla más próxima para descubrir con horror que la puerta estaba bloqueada. Golpeó con los puños, y el ruido se expandió como un eco. No obstante, tras un rato sin aporrear la superficie los ecos seguían viniendo de todas partes.
________Eran ecos escurridizos, como voces que no llegaban a serlo o crujidos que eran más que el mero chirriar de la madera. Inmersa en la niebla, la joven reconoció el sonido de algo surcando el agua. Algo que no era el bergantín, pues el motor seguía en un silencio eterno. Se trataba del ruido que hace la espuma al abrirse al contacto con algo sólido y cortante, pero no se veía nada.Una luz verdosa surgió de la nada. Procedía de popa. El llanto de un bebé quedó callado como si lo hubieran sumergido en el mar, y lo reemplazó el de un gorgoteo grave.
________-Sofía…
________El corazón se le apretó en la garganta. No era una voz, no llegaba a reconocerse como una voz, pero había dicho su nombre.
________-Sofía.
________Sofía se levantó despacio y siguió el eco repentino que repetía su nombre. Vio algo moverse tras la niebla, pero venía de todas partes. Sus piernas prácticamente dejaron de tener contacto con el suelo y la bruma sacó brazos incorpóreos que tiraron de ella hasta que la noche la engulló.
El Mary Celeste zarpó el día 7 de noviembre de 1872 del puerto de Nueva York rumbo a Génova. Estaba al mando el capitán Benjamin S. Briggs; la tripulación estaba compuesta de 7 hombres, e iban a bordo también la esposa de Briggs y su hijita de dos años, Sofía Briggs. El buque transportaba 1700 barriles de alcohol comercial, por encargo de la firma H. Mascarenhas & Co, para aumentar la graduación alcohólica del vino. Según lo que se pudo extraer del diario de abordo, la goleta zarpó el 7 de noviembre, no registrándose ningún hecho anormal hasta la última anotación, acaecida el 24 de noviembre, en esta se consigna que habían llegado a las Azores y que la noche siguiente al 24 se encontraron con mal tiempo. Luego el diario no registra más anotaciones, pero en la pizarra del puente (donde se anotaban las distintas posiciones tomadas durante la singladura, antes de transcribirlas al libro de bitácora) figuraba que el "Mary Celeste" se encontraba exactamente al nordeste de la isla Santa María el 25 de noviembre de 1872. Lo que ocurrió luego es todo un misterio. El barco fue hallado a la deriva y sin nadie abordo, aproximadamente a las 15.00 horas del 5 de diciembre de 1872, al cabo de 10 días desde la última anotación del capitán en la pizarra del puente. Fue avistado por el bergantín Dei Gratia., que navegaba a Gibraltar desde Nueva York, a 650 Km. al este de las Azores.
http://www.cibernautica.com.ar/relatos/maryceleste/marycel.htm
9 comentarios:
un relato muy bueno y bastante escalofríante, y sobre todo una genial resolución para tu frase de esta semana.
aaah, pero lo que más me ha gustado es la niebla... esa niebla. ^^
una vez más, felicidades.
Un besito.
El Mary Celeste...uno de los más famosos barcos malditos, un errante, un barco fantasma con antecedentes de muerte.
Cuando se llamaba "Amazon" era mucho más peligroso: incendios, hundimientos, sus restos siguieron sembrando horror ;).
Soy de los que creen que fue el barco, aunque la niebla carpenteriana sea una deliciosa hipótesis.
http://www.lo-inexplicable.com.ar/enigmas/maldicion_maryceleste.htm
Uff se me ha puesto el vello de punta, no había escuchado nunca la historia del Mary Celeste, pero es escalofriante...
Me ha gustado mucho tu manera de enfocarla, de imaginarle un sentido a lo que pasó allí a través de la visión de una niña y a través de los sueños...
Un beso!
Que flipe....
Así has sacado esa historia de una historia real entiendo... o si no lo es, me la he creido del todo...jijiji...
Me ha gustado el cuento... No se porque os da por matar o hacer desaparecer a todo el mundo...
Bueno era tu frase, esta semana no he escrito, como sabes lo dejo, asi que te pido disculpas por no hacerlo, la verdad es que es una frase que da mucho mucho juego.
Un saludo Compi.
Mundoyas.
Ya leí un cuento tuyo donde la niebla parecía casi un personaje más, o así se me antojó a mí (el de los kobolds) en este caso me ha encantado, casi se me hace más protagonista que la propia niña, porque la inquietud y la incertidumbre es la niebla..
Un saludo,
Pedro.
Además de un gran relato, me parece que nos has dado una clase magistral de historia. De una pequeña porción de historia que yo desconocía...
Y esa niebla... realmente parece que se te clava en los huesos... dan escalofríos al leerlo y todo, te lo aseguro.
Besotes y aplausos niño!! ;)
Que arca ni sábana ni nada! Esos son baratijas comparados con el auténtico hallazgo que está por descubrir: El tapón del mar. El día que se descubra y al igual que la espada de Camelot haya quien pueda quitarlo y las aguas del mar desaparezcan se acabó todo misterio que se daba. El mar,onmipresente en tu relato, magnífico momento el que describes en donde por fin de entre aparejos y nieblas consigue ver el agua. Negra, en segundo plano y sin embargo protagonista esencial de la historia. Semanas en lugar de años, el tiempo parece sumiso ante el, y Sofía descubre que el mar es su única compañía. Un mar de sueños, o pesadillas.
Una narración con sabor a mar, por la que navegamos merced al poder de tu palabra. Desde el sollao te leo al refugio de las olas.
Un placer leerte genio. Un abrazo!
Magistral colofón a tu genial frase, que yo por equivocación tomé sólo la mitad en el foro.
Espero que me perdones por la osadía sin malicia.
Estoy de acuerdo en esa niebla que describes como nadie y que la calidad del relato es escalofriante (además de un tema que siempre engancha).
Felicidades y un abrazo.
Emocionante de principio a fin. Se nota que es tu frase y ya estaba rondando el barco fantasma tu mente al elegir la gran frase que nos has aportado.
Sólo una cosita me ha resultado extraña ¿Cómo leñe veía las estrellas entre tanta niebla? Quizás es que no fueran estrellas como tú has dejado caer en ese cielo extraño. Casi postizo.
Un abrazo y enhorabuena.
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