And do you brush your teeth before you kiss? Do you miss my smell? What about me? What about me? What about...?


Va dejando trozos de él por todas partes. Algún día desaparecerá conforme anda.

jueves, 30 de septiembre de 2010

The Runaways: rock n roll descafeinado

SEXO, DROGAS Y ROCK N’ ROLL

¡Kristen Stewart era una buena actriz!

Es demasiado fácil esperar de un biopic algo novedoso, rompedor cuando tratamos con estrellas de rock. Cierto es que el ámbito de la música ha dado experiencias tan estimulantes como The Wall (Pink Floyd) y otros ejercicios demasiado clásicos, demasiado académicos como son, por ejemplo, Ray o La vie en rose, películas creadas para lucimiento de sus intérpretes (ahí están sendos Oscars para Jamie Foxx y Cotillard). No obstante, con los roqueros la cosa cambia. Pero no se engañen: The Runaways fue un grupo de roqueras adolescentes que tuvo una subida tan repentina como su bajada. Así pues, no nos podrían ofrecer una disección y juego tan interesante como si estas chicas fueran Bob Dylan en I’m not there.
            The Runaways, como decía, cuenta la formación del grupo de punk-rock homónimo, su subida a lo más alto y su separación al poco de tocar la cima. En concreto, se centra en las vidas de su vocalista y su guitarrista, ya que el resto de las miembras no cedieron sus derechos de imagen para ser representadas en la película. Esto, contrariamente a lo que se podía pensar, le hace un favor a la película, ya que si bien su guión renquea en un intento de centrarse en dos personajes, si tuviera que hacerlo en los cinco la tarea se volvería imposible. Para ello el guionista creó un tercer personaje (bastante secundario) a partir de las tres chicas ausentes. Para más inri, todo tiene lugar en 1975, una época de excesos donde el rock prevalecía y donde los músicos se convertían en iconos en muy poco tiempo. En el caso de las Runaways, por ejemplo, se las comparó con todas las bandas míticas, haciendo hincapié en el hecho de que eran mujeres y eran muy jóvenes. Rock para adolescentes en el que se podían entrever las raíces del grunge que primaría una década después.
            Dakota Fanning da vida a Cherie Currie, vocalista de The Runaways con tan sólo 16 años y principal afectada por la montaña rusa que supuso su participación en la banda. La composición de Fanning es, sin duda, lo más interesante de la película. Más allá de la polémica que ha provocado su personaje (estúpida polémica; se trata de un biopic), la actriz demuestra con 15 años una madurez que otros actores tardan décadas en alcanzar. Dakota Fanning ya no es una niña, como demostró hace un par de años en Hounddog, y nos alegra que siga escogiendo sus papeles con inteligencia (ella sola vale más que toda la saga de Crepúsculo). Su partenaire es, curioso, Kristen Stewart, la casta Bella Swang que ha enamorado a hordas de adolescentes. Se merece Stewart también todas las alabanzas, ya que su retrato de la guitarrista Joan Jett nos hace olvidar su malogrado quehacer en la citada saga. Es más, el hecho de que estas actrices se sigan involucrando en proyectos en cierto modo independientes confirma la tendencia que siguen los niños prodigio de su generación (ahí están Abigail Breslin, Soirse Ronan). Como guinda al pastel encontramos a Tatum O’Neal (otrora niña prodigio) y a un sobresaliente Michael Shannon (con su Oscar por Revolutionary Road) como manager del grupo.
            Floria Sigismondi, directora y coguionista, viene del mundo del videoclip (ha trabajado con artistas de la talla de Sigur Ros e Interpol), y si bien sabe desenvolverse tras la cámara (tiene escenas y planos verdaderamente inteligentes), con el guión tropieza a menudo, lo que hace que toda la cinta se resienta. Presentación de los personajes, unión de la banda, ensayos, drogas, sexo, conciertos, el boom, más drogas, algo de drama familiar, conciertos, drogas, caída y redención. Todo muy atropellado, cierto, pero Sigismondi tiene buen gusto al tratar la relación entre las dos protagonistas y el mundo del rock desde dentro, tal y como lo hacía (ahora sí, de modo mucho más inteligente) Casi famosos.
            Al menos hay algo que no se le puede achacar a la película, y es que musicalmente está bien servida de grandes temas tanto propios como ajenos. De este modo, son los conciertos, ensayos… las actuaciones en general las únicas partes que brillan. Pero bien hecho.
            Vamos, es una lástima que una historia que podía haber dado para tanto se quede en la superficie, que la directora no haya decidido arriesgar más, ya que el reparto está entregadísimo y podían haber ofrecido el biopic roquero definitivo. Los ingredientes estaban, pero el plato se ha quedado a medio hacer. Le daremos un 7.

1 comentario:

Alexander Strauffon dijo...

Un 7?

Bueno, habra que ver.

lamusique

No podría vivir sin

eveybody's gotta learn sometimes

Un libro

Un libro
Un saco de huesos, Stephen King