And do you brush your teeth before you kiss? Do you miss my smell? What about me? What about me? What about...?


Va dejando trozos de él por todas partes. Algún día desaparecerá conforme anda.

viernes, 8 de octubre de 2010

La muerte de Tuenti(dad)

Estaba escrito.
Hace ya tres años y pico me di de alta en una red social sin saber lo que era, sólo que la carta que me había enviado la Universidad de Swansea me recomendaba darme de alta en Facebook. "Cara libro", pensé. Será algo con material adicional para los estudios en RU... Cuán equivocado estaba: podías encontrar a otros estudiantes (generalmente universitarios, y ésa era su principal ventaja), subir fotos de fiestas o excursiones o clases y compartirlas con tus colegas, mandarles mensajes, hacerte fan de grupos a los que necesitabas pertenecer (¡mira, ya hay 1245 personas a quienes les gusta Damien Rice!) y poco más. Decirle a tu cuqui que la quieres. Cotillear las amistades y aficiones de tus amigos contactos. Perder el tiempo entre granjas virtuales y restaurantes de bites.
           Poco tardaron en aparecer las hermanas pequeñas. La que hoy nos ocupa, Tuenti, que por mucho que os sorprenda recibe el nombre de la abreviatura de "Tu entidad", nada que ver con el patético intento de la Conferencia Episcopal (con la Iglesia hemos topado; y van...) de acercarse a la juventud y enviar un mensaje antiabortista con la patraña de "es un tú en ti". ¿En serio? En cualquier caso, Tuenti ha tenido un éxito abrumador principalmente en el sector infantil-adolescente, porque, para qué negarlo, Tuenti ha quedado en lo que nació: reducto de críos con ínfulas de personas interesantes, en proyecto de página de contactos con la que medir la popularidad.
           Desde hace un tiempo Facebook, en lugar de menguar, sigue creciendo, ya que todo el mundo ha descubierto que la web por excelencia, el Rey de las Redes Sociales no es otra que Facebook, y por tanto no es de extrañar el flujo migratorio de todas las páginas a ésta. Una lástima, porque en principio sólo encontrábamos un perfil de usuario adulto y, muy importante, universitario, con lo que se evitaban todos los defectos que podía tener, básicamente la invasión de privacidad, las oleadas de niñatos, la pérdida de identidad. Facebook nació con una vocación eminentemente universal e intelectual, reducto de modernos. Tuenti nació como el "FB español", y así le ha ido. He de confesar que he mantenido mi cuenta durante aproximadamente 3 años, aunque en mi caso, como en casi todo, era una cuestión romántica. Creé la cuenta cuando estaba de Erasmus, tengo ahí fotografías que de otro modo no podría ni encontrar, es el modo más sencillo de promocionar cualquier cosa (desde una presentación de un libro a una fiesta en tu piso). Pero también es cierto que de modo "profesional", es decir, como escritor, me he volcado más en Facebook. Además, en Facebook tengo amigos de todo el mundo con los que no quiero perder el contacto (romanticismo, ya ven), por mucho que intento seguir escribiendo postales y cartas. Odio la frialdad de un email. O de un Tuenti. O de un Facebook con el que puedes borrar a un amigo de tu vida con hacer click. Eso nunca...
           Total, los niños seguirán engañando a Tuenti, cambiando cada vez más temprano el año de nacimiento para poder acceder, hasta que vean que el éxodo es imparable y no les quede otro remedio que irse a Facebook, con el inminente estreno de la película que lo catapultará (más si cabe) a la eternidad de la Red.


Sí, sí, tú sonríe, que ya tendrás motivos para llorar...

1 comentario:

Manuel Eliche dijo...

Totalmente de acuerdo

Odio el contador de tuenti de las visitas y su objetivo de establecer una escala de popularidad en la juventud, yo también me lo borraré algún día...creo que cuando fb lo absorba

A ver si no caes otra vez en la tentación de hacértelo otra vez

lamusique

No podría vivir sin

eveybody's gotta learn sometimes

Un libro

Un libro
Un saco de huesos, Stephen King