And do you brush your teeth before you kiss? Do you miss my smell? What about me? What about me? What about...?


Va dejando trozos de él por todas partes. Algún día desaparecerá conforme anda.

lunes, 27 de julio de 2009

Esperanza: La Señora


Vuelvo a trabajar los lunes.
Ya se acabó La Señora, la única serie que sigo. Como bien recordaréis, el año pasado libraba los jueves. Me tienen desconcertada los de la pública.
He perdido tantos clientes por culpa de la televisión... seguro que algunos muy buenos, de esos que me llamarían como merezco. Me han llamado de todo: Magda, Espe, Magdalena, Esperanza, Puta, Hija de Puta, Guarra, Rubia, Tegustaeh? Tegustaeh?... pero sólo tres de ellos me han llamado Señora. Me emociono...
Es que claro, después de veintitantos años postrada en la cama ofrediéndome a hacerles lo que sus novias, sus esposas, sus señoras no harían... que alguien llegue y me llame señora me toca el alma. El primero que me llamó Señora fue, y muchos no me creerán, el mismísimo Joaquín Sabina. No follamos, eso que quede claro, aunque con mis ganas me quedé. Vino hace mucho tiempo con algunos amigos a tomar algo a la Cloqué, así que tampoco pudimos intimar. Me dijo: señora, ¿le apetece algo?
Yo me quedé muda. Claro que me apetecía. Me invitó a una copa y yo le invité a él a otras dos. Luego, cuando escribió sobre esa señora de las putas que se llamaba Magdalena creo que lloré. Por entonces me llamaba Susie y era pelirroja.
La segunda vez fue hace 5 ó 6 años. Esta vez fue un tipo muy fino, joven pero ya en su sitio, que me hizo gritar de placer. No cambiamos nombres, yo le decía cariño y reía y él se afanaba en mí.Luego, cuando se iba a ir, hablamos:
-Señora, ¿cómo se llama?
-Yo Magdalena.
-¿Y su nombre de verdad?
-Bueno, me llamo Esperanza.
Me dio un beso en la mejilla y se fue. Dos días después lo vi en las noticias. Era etarra y lo habían encontrado los mossos cerca de aquí. De verdad que me dio pena el pobre. Mientras follábamos no estaba haciendo nada malo. Si no fuera por nosotras, el mundo estaría lleno de violadores o asesinos.
El tercer hombre que me ha llamado Señora lo ha hecho hoy. He llegado de la piscina sobre las siete de la tarde, en bañador, y me encuentro a un muchacho largo y blanco que me sonaba su cara de algo.
-Buenas tardes.
-Hola, señora. Verá, venía porque...
Se me ha acercado al oído a decirme que buscaba una "prostituta" de la que le había hablado un amigo. Sí, un amigo, pero si era clavado a su padre. Hasta la polla la tenía igual. El pobre venía asustado porque era virgen y se había echado novia y no quería defraudarla. Ay pobre, parecía un pajarillo recién caído del nido. De estos me llega uno cada dos semanas por lo menos. Cuando hemos acabado le he dicho: Son 10.000, y el niño se me ha puesto más blanco que las sábanas. Entonces le he dicho que era broma, que se quedara dormido si quería, pero había quedado con la novia. Esta vez he sido yo quien le he dado un beso en el moflete y luego me ha dado por llorar cuando me he quedado en el apartamento con el Flecos, y el Flecos se ha puesto a lamerme la cara y nos ha dado por ponernos tristes a los dos y así llevamos más de una hora.


2 comentarios:

beleita dijo...

me gusta... :)

Anónimo dijo...

Esperanza, no es la primera vez que leo tu blog pero he de decir que eso de nombrar al grandisimo Juaquin Sabina puede ser un error. sigue siendo asi señora!

lamusique

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Un saco de huesos, Stephen King