
________ —Qué oscuro todo, ¿no?
________ —Es de noche.
________ —Ya, pero no hay luna.
________ —Está nublado, siempre lo está en el pueblo.
________ —Oye, ¿y eso que dicen de los vampiros es verdad?
________ —¿Tú qué crees? ¿Te dan miedo esas historias?
________ —Bueno… son mitos, no hay de qué preocuparse.
________ —Mira eso, al fondo. No, mira donde señala mi mano. Descuida, aún está lejos…
________ —¿Qué es? No veo nada.
________ —¿No ves nada brillando en la oscuridad? Justo donde rompen las olas, a la altura de una cabeza hay una boca. Vamos, tienes que verla…
________ —¡Ahora! Veo un borrón azul.
________ —Te cuento. La mayoría de la gente se equivoca. Esperan ver unos ojos rojos brillantes o unos colmillos que aparecen de la nada, pero lo único que delata a un vampiro son sus labios, azules y brillantes. Y sonrientes, como esos.
________ —¿Cómo lo has descubierto?
________ —Verás, un día llegué a casa y no había nadie, o eso creía. Entonces vi a mamá sonriendo en su sillón. Papá entró por la puerta. También sonreía… fue espeluznante por un momento.
________ Entonces sonrió ella.
3 comentarios:
Me encanta la imagen de los labios azules. Prefiero imaginarlos azul eléctrico. Me da para un poema.
No hay mejor forma que contestarte con una sonrisa.
:)
A mi lo que realmente me ha dado miedo no ha sido el relato sino el Live Traffic Feed... ¡Qué miedito, como en 1984!
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