And do you brush your teeth before you kiss? Do you miss my smell? What about me? What about me? What about...?


Va dejando trozos de él por todas partes. Algún día desaparecerá conforme anda.

viernes, 23 de noviembre de 2007

Volver

El teléfono sonó por primera vez en toda la semana y la anciana estiró la mano.
________-Hola, Francess. Llamaba para comprobar que todo va bien.
________-Si te hubieras quedado conmigo no tendrías que llamarme, maldita seas.
________-Francess, es Halloween tanto para los niños como para mí. Además, no entiendo a qué se debe ese miedo repentino. No recuerdo que el año pasado te pusieras así para estas fechas.
________-¿De qué sirve una enfermera si no se queda cuando yo la necesito?
________-Francess… -repitió la mujer con tono paciente. -¿Está todo bien?
________-No podía estar mejor –condescendió ella a modo de burla y colgó.
________Aún era temprano; le quedaban varias horas. Le quedaba casi todo el día, de hecho, pero era tan mala la espera… Si al menos hubiera algo que pudiera hacer. Ochenta años a sus espaldas y la conciencia no sólo de su vida, sino de muchas más. Nunca había sido una mala persona, o al menos no en el sentido más correcto de la palabra, solo que había cosas que no se podían evitar. Inevitable, cómo odiaba esa palabra. Como odiaba esa noche desde hacía 50 años. El olor a manzanas asadas que se colaba bajo la puerta, el griterío de los niños en busca de caramelos, los disfraces de criaturas abominables… Los críos no sabían que los verdaderos monstruos se esconden bajo personas normales. Como Francess Conroy.
________-Volveré, Francess. Volveré dentro de cincuenta años para hacer justicia. Volveré…
________Francess corrió las cortinas y cerró todas las puertas de la casa hasta asegurarse de que desde fuera parecería completamente deshabitada. Entonces se sentó a esperar mientras recordaba como nunca lo había hecho. Recordó tanto que un escalofrío le recorrió la espalda y su corazón se aceleró bajo el pecho caído.


Ella estuvo presente en la ejecución. Oyó caer el cuerpo del pobre desgraciado y el crujido del cuello al partirse por su propio peso. Se le quedó la lengua fuera en una mueca burlona, como un joker que se riera de la misma horca, pero los ojos seguían puestos en ella. La joven Francess se colocó la falda, agarró el bolso con cuidado y salió de la sala sin dirigirle una última mirada. Su abogado estaba esperándola en el exterior, otro idiota que no sabía más de lo que había querido creer en su momento.
________Cuando cruzaron el pasillo para salir se cruzaron con un carro metálico donde reposaban los restos de la última cena del recién ajusticiado Dennis Bleasdale. Había pedido de postre la manzana envuelta en caramelo propia de la fecha.


La oscuridad se apoderó poco a poco de la habitación. Es curioso comprobar cómo el silencio acentúa la presencia de las sombras. A pesar de ello, Francess permaneció sentada en el sillón con la mirada clavada en sus manos venosas. Quería encender el televisor o la radio, pero el simple hecho de levantarse le suponía un esfuerzo supremo en esa cuenta atrás. Era cuestión de tiempo que entrara por esa puerta.
________Bajo la mesa de cristal tenía un álbum con todos los recortes que encontró sobre el caso. Ahora se le antojaban amarillentos y fuera de lugar; el simple hecho de pensar en asesinatos tan escrupulosamente calculados en esa casa resultaba insultante. Una anciana asustada en medio de un salón que se hacía más grande por momentos.
________Llamaron a la puerta. Francess lo ignoró con el corazón galopando cada vez más fuerte. Llamaron muchas veces más durante toda la tarde. Todas ellas niños ansiosos de azúcar disfrazados de niños perversos disfrazados de niños mimados disfrazados de pequeños monstruitos. Pero demasiadas veces, y cada vez más oscuro. Y cada vez más sola. No odiaba a los niños, pero no podía explicar su reacción pasada, ya latente, para con ellos. Echó un vistazo a todos los recortes de prensa antigua donde siempre aparecía en primer plano el rostro inexpresivo de Dennis. La única compañía eran palabras como “culpable”, “asesino”, “infanticida” e incluso otras peores. Algún periodista de la época incluso se había atrevido a describir cada una de las muertes con todo lujo de detalles.
________Francess cerró el álbum de golpe y lo lanzó sobre la mesa, aunque resbaló y cayó al suelo. Desvió la mirada hacia un espejo en la pared y le pareció ver la cabeza de un bebé con los ojos en blanco, pero sacudió las manos delante de la cara para quitarse la visión de la mente. Se levantó con cuidado a recoger el álbum y sólo entonces se dio cuenta de la oscuridad que abrazaba la habitación por todas partes. Se dirigió a una pequeña lámpara junto a la chimenea y la encendió. La luz tenue y anaranjada inundó el salón, aunque el resto de la casa permaneció en su continuo fundido a negro.
________El reloj dio las once de la noche. Llevaba toda la tarde sentada en silencio, de modo que el sonido del péndulo se le antojó excesivo. Cuando llamaron a la puerta, los golpes fueron tan leves que estuvo a punto de desmayarse ahí mismo. Y a las once de la noche nunca hay niños por la calle.


-Francess, dime qué es verdad de todo lo que dicen, puede que sea la última vez que hablemos.
________Ella le tomó las manos con los ojos bañados en lágrimas y se las besó varias veces.
________-Yo no hice nada, yo no soy capaz de hacerle daño a nadie. No puedo, no sé…
________-Yo por ti doy la vida, porque te quiero, pero quiero que me digas la verdad. Me acusan de algo espantoso… me da hasta vergüenza contártelo.
________-Dime, Dennis –lo apremió ella.
________-James McGovern, el granjero de la colina que lleva a Ellsworth, entró por la noche en el establo y vio un montón de cosas colgando del techo. Al principio creía que eran murciélagos de los que muerden a los cerdos, así que fue a por una antorcha para alejarlos. Cuando entró… no puedo… -su voz se quebró.
________-Dime, Dennis.
________-Eran cabezas de bebés colgando de los espinazos, como si los hubieran arrancado de cuajo y alguien los hubiera colgado del techo.
________Francess se llevó las manos a la boca y abrió los ojos de par en par.
________-Tú no me habías dicho nada de eso, Francess, sólo que te acusaban de unas muertes. Pero hay que estar loco para hacer eso.
________-Ya no hay vuelta atrás. Declaraste por…
________-Declaré por ti. Porque te quiero y sé que no eres capaz, pero te aseguro que si tú tuviste algo que ver con la muerte de esos críos volveré, Francess. Volveré dentro de cincuenta años para hacer justicia. Volveré cuando ya seas vieja y te llevaré conmigo.


Francess se apoyó en la puerta. Cincuenta años de por medio y ahora temía esas palabras como si la promesa fuese a taladrar la madera por sus propios medios. Alguien volvió a llamar al otro lado y la anciana hizo un esfuerzo para no gritar. Oyó la respiración agitada que venía de fuera, pero era imposible. Cincuenta años… ¡apenas quedaría el esqueleto!
________Por la rendija de la puerta se colaron varios gusanos pequeños y amarillos que reptaron hacia arriba. Conforme avanzaban la madera se podría a su paso. Francess retrocedió cuando la criatura volvió a aporrear la puerta. Pasaron varios segundos de silencio total, pero entonces vio una silueta al otro lado de la ventana. El puño golpeó el cristal, aunque la mujer no pudo adivinar si el extraño era humano o no. Por eso extendió la mano hasta la cortina, y en cuanto tiró de ella comprobó con horror que se trataba del mismo Dennis. La cabeza le colgaba del cuello roto, y la lengua aún sobresalía entre la piel tumefacta. El muerto acercó los labios y la lengua al cristal, y aunque no habló Francess pudo oír lo que quería decirle.
________-Los mataste. Los mataste a todos. No sólo a esos once, sino a muchos más.
________-Dennis… -sollozó ella.
________-Me ahorcaron por tu culpa –retumbó la voz de ultratumba.
________-¡Quisiste sacrificarte por mí!
________-Porque eras inocente, ¡eras inocente!
________-Dennis, por favor, me queda poco tiempo. He tenido toda la vida para arrepentirme de ello. Déjalo pasar…
________-Nunca.
________-No puedes entrar, no puedes hacerme daño.
________-Francess, ya estamos dentro.
________De la planta de arriba llegó el ruido de muchos pasos pequeños y rápidos. Pasos infantiles. La anciana volvió junto a la puerta entre gritos ahogados. Las sombras surgieron al pie de la escalera, y en cuestión de segundos les siguieron los cuerpos. Más de veinte niños decapitados desprovistos de columna vertebral, de modo que parecían muñones gigantescos con pequeñas extremidades, avanzaron hacia ella con los brazos extendidos.
________Francess arañó la puerta de la entrada, pero Dennis se encontraba al otro lado impidiéndole salir. Los bebés se arrastraron, y cuando quiso darse cuenta todo había acabado.


Francess despertó por el sonido el péndulo. Dirigió la mirada al calendario que había colgado en la pared de enfrente. 31 de octubre. Halloween. Y así otra maldita vez.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Escalofriante. Inevitablemente escalofriante... bf...

Anónimo dijo...

Ya lo leí en su momento y lo he vuelto a hacer una vez más.
Me encanta, Brian.
Eres un genio del terror!
Enhorabuena por haber quedado entre los 5 finalistas al menos.
Espero que sigas publicando relatos así para deleitarnos!

Un fuerte abrazo!

Anónimo dijo...

me encantó este relato cuando lo leí, fue el primero y no dude en ningún momento :) pero bueno venía a decirte que el día que escuché Patience a través de tu vida en 65min que aún no he conseguido ver, (pero que descubrí en su web)se me quedó grabada y desde entonces está en mi mp3.

Y nada que te mando muchos besos. Porque sí ale.
Jara

Indi dijo...

-Bedeliaaaaa quiero mi tartaaaa...
Me encantan estos cortes tipo Creepshow. Asquerositos los colgajos de bebe, espinazo incluido.

Gracias por amenizarme el desayuno ;) Besossss

Indi dijo...

jajaja el freno, sí, el freno de mano creo que era esa palanca que se nos cayó hace 15 km...y las pastillas del otro freno eran el humito negro por el quepreguntaste hace media hora.
¿Es cuesta abajo esto no? jajajaj. Tu ve con las manos por delante que como se nos cruce un árbol lo van a contar nuestros herederos ;))

Rec, rec..sí, la hacían en la sala 9, al ladito de Encatada ajajaj...vaaaaaaale vaaaaaa ire a verla mañana y ya te cuento ;))))

Besossss

Anónimo dijo...

Con el corazón en un puño la he leido. Y ahora tengo miedto...

bZos

Anónimo dijo...

Bueno, ya te lo había dicho, pero ese final fue el que hizo que no te diese los mis tres... Y resulta que lo entendí mal...

Siesjkeee... jejejej...

Pos que ha sido un placer compartir final con los grandes del genero...

Muchos besos!!

lamusique

No podría vivir sin

eveybody's gotta learn sometimes

Un libro

Un libro
Un saco de huesos, Stephen King