And do you brush your teeth before you kiss? Do you miss my smell? What about me? What about me? What about...?


Va dejando trozos de él por todas partes. Algún día desaparecerá conforme anda.

domingo, 11 de mayo de 2008

En el asiento de atrás

El parabrisas guarda la cuenta
de amores y rollos menores.
Nunca el vidrio estuvo tan vivo,
nunca tantas manos
lo acariciaron.
Empellones de amor
recorren la primavera tardía,
el hálito frío y distante
de la noche colgante
pendiente de un rayo de sol.
Y en la tapicería,
mientras cuentan estrellas fugaces
surge un polvo estelar.
La octava gota del quinto mes,
y el que guarda la llave
en el bolsillo de delante
oculto entre pasantes,
muere cada día, cada noche
en esa petite morte
mientras desliza las manos hirientes
y se pregunta
qué más da sexo o amor.

2 comentarios:

Indi dijo...

Soy de la opinión de que la poesía no se critica, se lee y como los hidratos de metabolización rápida, te da subidón en el acto. O no, depende de si has logrado captar la música de las palabras. Me gusta la metáfora de tu poema y también la melodía.

Qué más da, qué más dará...

Jara dijo...

Me pasa que te leo y no sé que más puedo decirte porque me calan tanto las palabras que dejas escritas que hasta a veces da miedo.

Te dejo un besazo y una petición y es si me dejas esta poesía para la parte derecha de mi blog siempre firmada por ti claro está.

lamusique

No podría vivir sin

eveybody's gotta learn sometimes

Un libro

Un libro
Un saco de huesos, Stephen King