________La fiesta tenía ese tono relajado, de ambiente de charla y tal, mucha gente a la que no conocía y otra a la que sí, cada vez todo más distendido y con más ganas de hablar. Lo último que esperas que te pase en una fiesta es acabar hablando de la relevancia del ser humano en los planos superiores del universo. Dejo aquí la cadena de reflexiones.
________Lo típico, todo empezó conmigo diciendo la frase mítica: soy de Bélmez de la Moraleda. Que no te suena, ya... ¿conoces el pueblo de las Caras? Sí, ése es mi pueblo, ése es mi Bélmez, sí. Yo creo que es verdad lo de las Caras, para qué te voy a engañar, porque es algo con lo que llevan 30 años de investigaciones y no han llegado a nada en claro, y dicen: será la humedad, son manchas de aceite, pero joder, digo yo que en 30 años les ha dado tiempo de averiguar la composición química del aceite o del agua. Y... por otra parte, con el paso del tiempo las caras se desplazan, mutan, aparecen unas y desaparecen otras, aunque siempre se quedan las míticas. No, yo no creo en cosas parapsicológicas; de hecho, si no fuera de Bélmez probablemente no me lo tragaría, yo soy un escéptico de cuidado, para qué engañarnos.
________Ahora es donde comienza mi lucha de contrarios. No, no creo en espíritus, fantasmas ni esas cosas. No, no soy creyente, no creo en Dios, soy ateo redomado. Bueno... hay algo en lo que sí creo, en la existencia de extraterrestres. Es que son muchos años y las 9 temporadas de Expediente X a mis espaldas, ¿que no? Bueno... joer, lo de los hombrecillos verdes no tiene por qué ser así, de acuerdo, pero estoy totalmente convencido de que en la inmensidad del universo existen más seres vivos. Lo bueno de esto es que no tienen por qué ser seres de vida inteligente como nosotros, sino organismos que se han adaptado a unas condiciones determinadas en las que pueden vivir, organismos que pueden tener un metabolismo aeróbico o anaeróbico, o algo tan ajeno a nuestro mundo conocido que no podamos ni atisbarlo. Incluso puede que, ya que el universo es infinito, haya en un sistema de otra galaxia un planeta donde vivan otras criaturas con vida inteligente que ahora mismo se estén preguntando sobre nuestra existencia. ¿Por qué, si existen, no sabemos de ellas? Porque, al igual que nosotros, aún no han desarrollado una tecnología suficiente como para ponerse en órbita a lo largo de distancias gigantescas hasta contactar con nosotros. O porque a lo mejor siguieron nuestro paso antes que nosotros y lo mandaron todo a la mierda, se cargaron su planeta y ahora han desaparecido para siempre. O... porque se trata de una civilización más inteligente y avanzada que nosotros, y por tanto nos considera carentes de interés, de modo que prefieren seguir alejados de nosotros. Vamos a suponer, ya que estamos, que una de esas brillantes ideas que tiene el ser humano de enviar cohetes espaciales con dibujos de nuestros cuerpos, con objetos y material documental sobre nuestra vida en el planeta llegara a entrar en contacto con otra civilización. Esto es si no choca con cualquier cachivache en órbita, si no se destroza por el paso del tiempo, si no se queda a la deriva, si lo encuentran, si la civilización que lo encuentre es al menos tan inteligente como nuestra especie (esto es lo que menos me preocupa), si saben leer nuestra información y procesarla... entonces, y sólo entonces, ¿qué? ¿Sabrían que existimos o que en el pasado existimos (malditos tiempos verbales) en algún momento?
________Podemos cambiar la perspectiva. Buko es un astronauta búlgaro que una mañana se despierta el primero de todos en la estación de la NASA en la que convive con 3 americanos y una francesa (buena proporción). Lo primero que hace es asomarse al ventanuco pa ver la Tierra y echarse unas lágrimas pensando en la joven Nadia, su amante veinteañera, y después va a hacer de vientre mientras piensa en Jane, su esposa, pero cuando se dispone a girarse dice: "Oh dios mío", que en búlgaro sería "Oh dios mío en búlgaro", y divisa un armatoste que se aproxima a la nave lentamente. Se trata de un objeto esférico, del color del latón, lleno de inscripciones y formas en el exterior que no se distinguen con el temprano reflejo de una estrella. Se aproxima a la ventanilla y distingue, en el lento giro del objeto, el dibujo de un hombre y una mujer tallado en la superficie. Contacta con la base en la Tierra, el centro de operaciones de la NASA cuando ¡sorpresa! le confirman que desde nuestro planeta nunca se ha enviado un objeto similar. Tatatachán! ¿Tal vez llega desde el futuro? O aún más
Pero eso no es todo, ya que una noche de fiesta y una conversación dan para mucho más...
3 comentarios:
* La paranoia final, reconócelo, es culpa de Lost. Por lo demás, he de reconocer que, de todas las fiestas en las que una ha acabado, recuerda más las de las conversaciones trascendentales que las de las banales ( con el mismo nivel medio-alto de alcohol en sangre, todo sea dicho). Es más, hubo una vez en que tuve esa misma conversación de creencias( sin las caras, yo de eso es que no gasto) y fue una de esas noches para recordar.
Besos, Rubio.
La próxima te pediré consejo en cuanto a pelis...pero creo que la británica que comentabas no aparecía...
Uy...esta entrada me ha recordado irremediablemente a la señorita Indi...
Un besote Rubiales
Y si...un poquito loca si que estoy ;)
Postal tirorí postal tiroráaa (soy cabezona...)
Cierto, la verdad está ahí fuera.
¿Quien va a ser tan ególatra como para creerse que hay billones y billones de kilómetros cúbicos de universo para nosotros sólos?
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