And do you brush your teeth before you kiss? Do you miss my smell? What about me? What about me? What about...?


Va dejando trozos de él por todas partes. Algún día desaparecerá conforme anda.

miércoles, 1 de abril de 2009

Cuaversos de bitácora: un poco de todo


Vuelvo a la carga con los cuaversos, de nuevo adelantándome un día (sí, soy un desastre...) no sin antes invitaros a echarle un vistazo a este descubrimiento de mano de un amigo. Por mi parte, en esta aventura poética empecemos con una poeta uruguaya de la que oí por primera vez este año gracias a una asignatura específica y muy interesante, Literatura española e hispanoamericana. Se llamaba Delmira Agustini, murió joven y encontramos en su poesía un erotismo lacerante y rompedor, pero elegante y sutil. Publicó sólo 3 libros en vida, ya que su marido la asesinó cuando era joven. La poesía que os presento pertenece a Los cálices vacíos. Exquisito...

VISIÓN

. . . .¿Acaso fue en un marco de ilusión,
En el profundo espejo del deseo,
O fue divina y simplemente en vida
Que yo te vi velar mi sueño la otra noche?
.
En mi alcoba agrandada de soledad y miedo,
Taciturno a mi lado apareciste
Como un hongo gigante, muerto y vivo,
Brotado en los rincones de la noche
Húmedos de silencio,
Y engrasados de sombra y soledad.
.
. Te inclinabas a mi supremamente,
Como a la copa de cristal de un lago
Sobre el mantel de fuego del desierto;
Te inclinabas a mi, como un enfermo
De la vida a los opios infalibles
Y a las vendas de piedra de la Muerte;
.
Te inclinabas a mí como el creyente
A la oblea de cielo de la hostia...
- Gota de nieve con sabor de estrellas
Que alimenta los lirios de la Carne,
Chispa de Dios que estrella los espíritus .-
Te inclinabas a mi como el gran sauce
De la Melancolía
A las hondas lagunas del silencio;
Te inclinabas a mí como la torre
De mármol del Orgullo,
Minada por un monstruo de tristeza,
A la hermana solemne de su sombra...
Te inclinabas a mí como si fuera
Mi cuerpo la inicial de tu destino
En la página oscura de mi lecho;
Te inclinabas a mí como al milagro
De una ventana abierta al mas allá.
.
. ¡Y te inclinabas más que todo eso!
.
. Y era mi mirada una culebra
Apuntada entre zarzas de pestañas,
Al cisne reverente de tu cuerpo.
Y era mi deseo una culebra
Glisando entre los riscos de la sombra
A la estatua de lirios de tu cuerpo!
.
. Tú te inclinabas más y más... y tanto,
Y tanto te inclinaste,
Que mis flores eróticas son dobles,
Y mi estrella es más grande desde entonces.
Toda tu vida se imprimió en mi vida...
.
. Yo esperaba suspensa el aletazo
Del abrazo magnífico; un abrazo
De cuatro brazos que la gloria viste
De fiebre y de milagro, será un vuelo!
Y pueden ser los hechizados brazos
Cuatro raíces de una raza nueva:
.
. Y esperaba suspensa el aletazo
Del abrazo magnífico...
Y cuando,
Te abrí los ojos como un alma, y vi
Que te hacías atrás y te envolvías
En yo no sé que pliegue inmenso de la sombra!


En segundo lugar os dejo una poesía que acabo de traducir para otra asignatura, en este caso Literatura inglesa. Se trata de un poema del escritor británico Gerard Manley Hopkins titulado "Binsey Poplars". La traducción corre de mi parte, así que no me hagais mucho caso; si es difícil entender la poesía, entenderla en una lengua distinta y traducirla a la materna se hace algo muy, muy difícil. En cualquier caso, podría decirse que se trata de una oda a la naturaleza.

LOS ÁLAMOS DE BINSEY

(talados en 1879)

Mis álamos queridos, que en aéreas prisiones retenían,
retenían o extinguían entre sus ramas el sol saltarín,
todos talados, talados, están todos talados;
por una hilera fresca y cimbreante
no se ha salvado ni uno
para mecer la estampa de una sandalia
que nadaba o se hundía
en el prado y en el río y en la ribera de hierba ondeante.

¡Oh, si al menos supiéramos lo que hacemos
al cavar o talar:
acuchillar y destrozar el incipiente
verde! Pues la campaña es tan sensible
al tacto, su ser tan delicado
como un ojo brillante;
un solo pinchazo y no habrá ojo.
Y nosotros somos malos hasta el punto
de que para curarla, acabamos con ella
al cavar o talar: los que vengan
no podrán ni concebir la belleza.
Diez o doce, sólo diez o doce
golpes que lo pongan todo patas arriba.
El escenario dulce y especial,
ámbito rural, un escenario rural,
ese espacio rural, dulce y especial.

Traducción de Jose Alberto Arias Pereira


Volvemos a estas tierras con tres poetas andaluces y tres poesías cortas, pero intensas. Empezamos con la granadina Aurora Luque, que me enseñó lo que es un haiku y a interesarme por la poesía. Aquí nos deja un pequeño juego de palabras que aparece en Camaradas de Ícaro:

NUEVO CASO DE HYBRIS

Arte:
una letra de a-mor
y tres de mue-rte

Aurora Luque


El segundo es de un poeta junto que ha revolucionado todo el mundo de la poesía por eso mismo, por su juventud y, para qué negarlo, por su calidad e innovación. Hablo de David Leo, señores, a quien también he conocido (hemos coincidido un par de veces en círculos literarios y tal), y del que tengo una vitola de donde saco el siguiente poema:

DE FUERA

No me mires ya más y mira el mundo.
Curvas, esquinas, imagina el mundo,
piensa en pantanos, travesuras
y la respiración de los enfermos
y pídeles que encajen. No me des
ese beso, te pido que imagines

el mundo. Vámonos de mí.

Pensar en los extremos, en lo que opina el aire
de la velocidad.

Mira un charco de lodo como miras a un anciano pariente.


Una mente descubre “no hay propósito en la evolución”
y le aplaude a la noche sin estrellas

y luego lo de siempre:
educar a la médula espinal,
un cheque en blanco en medio del desierto,
una demolición y al fondo la bahía.

Es la costumbre no insertarse en nada.


Me miras compasiva,
como si los ausentes no ocupáramos espacio.

El atlas está húmedo,
la enciclopedia pesa como un No.

No estamos en el mundo pero estamos aquí.

David Leo


Otra poeta joven y bien avenida en esto de la poesía. No la conozco, pero la conoceré en menos de un mes si todo va bien :) Me saca sólo dos años y escribe cosas así. Yo, mientras tanto, me pierdo en mis versos sin sentido ni métrica ni rima, ni nada...

"RAGAZZA"

El estómago de Vladimir Spider Sabich
arde como una estrella de azufre.
Esta madrugada es el beso de la madre,
fugaz en su veneno.

El sueño me condena a cadena perpetua,
entreteje la dulzura de Claudine
con el cordón de mis zapatos rotos.

La llaga en su vientre de nieve
duele a escombros, sabe a corazón:
el rencor tiene nombre de formas vegetales.

De Vacaciones, Elena Medel

Y para cerrar, menudo autobombo, pero pa una vez que logro escribir un soneto, allá va. Mío, mío, mío... (como el anuncio de Ikea)

AMOR DE GALLIFANTE

Cuando busco por el mar gallifantes
y al calor de los rayos me retiro
pienso en todo lo que soy, lo que he sido
y naufrago sin querer, como antes.

Elefante y gallina, dos amantes
en el Mundo del Horror sin sentido.
Yo de lado, tú detrás justo al filo
observamos el amor expectantes.

Si me dejo engullir por el mar
desquiciándote los goznes sensibles
no me culpes por nadar con reparo:

manda mis viejos cuadernos quemar
en volutas negras e imperceptibles.
Que me pierda en la luz de tu faro...


Jose Alberto Arias Pereira

1 comentario:

Anónimo dijo...

Magnífica selección. Comprobarás que esto de los cuaversos de bitácora permite descubrir maravillas, y compartirlas.
No sabía que también gallifantearas en verso: siempre pensé que lo tuyo era el rrelato.
Un abrazo,
Rigoletto

lamusique

No podría vivir sin

eveybody's gotta learn sometimes

Un libro

Un libro
Un saco de huesos, Stephen King