And do you brush your teeth before you kiss? Do you miss my smell? What about me? What about me? What about...?


Va dejando trozos de él por todas partes. Algún día desaparecerá conforme anda.

miércoles, 29 de julio de 2009

Fede: Nunca mais

Al final me liaron, me liaron, y de cervezas acabamos yendo al Arcoiris. Sólo he estado allí dos veces y nunca me ha gustado lo que he encontrado, y ayer no iba a ser menos... Máquinas de condones, keta, viejos salidos y mamadas en los servicios. Por lo menos la música era buena:


Les dije a Alex y Jon que una y me iba y me dijeron que vale, que sí, que una y nos vamos. Entonces perdí a Jon de vista y llegó al rato con varios tíos, dos jovencitos, de unos veintipocos, y otro que rondaría los 40. Para qué engañarnos, uno de los veinteañeros, llamémosle Loko, tenía un buen polvo (y dos, y tres) y me dijo que si salía a bailar. Casi nos enrollamos ahí mismo, pero llegó Jon muy serio y me dijo que el madurito le preguntaba por mí. Luego me dijo:
________-Venga cabrón, que al Loko lo he visto yo primero.
________Se lo dejé y me volví a la barra con la esperanza de que lo de estos no progresara y poder volver acompañado a casa. Entonces llegó el madurito:
________-Hola, tú eres Fede, ¿no?
________-Yo mismo. ¿Y tú?
________-Yo soy Z. Te veo muy solo, ¿es que tus amigos te han dejado?
________-No, han ido a tomar algo y luego nos vamos.
________-Ya veo... Ése se está tomando la boca de Loko, ¿no?
________Y ahí estaba Jon explorándole el esófago a Loko, que se dejaba explorar y se había convertido en una especie de pulpo. Soy bueno pronosticando cómo va a acabar la noche, y esta mañana Jon tenía en el Tuenti fotos de Loko sobando en su cama (cama que conozco bastante bien). Como no podía contraatacar ese argumento, decidí beber en silencio y esperar a que Z. me dejara tranquilo. Pero era uno de los típicos que han salido de caza y no se van si pillar cacho, así que cada vez insistía más y más: que si te invito a una copa, acércate a mí, vamos a bailar, se sacó la polla y se frotó contra mí. Cuando sacó la cartera y puso dos condones encima de la barra me harté y salí del garito sin despedirme de mis amigos. Justo cuando salía por la puerta Z. me agarró por el brazo, cartera en alto y saca 50€ y me dice que no sea tonto, que me vaya con él que vive cerca. Lo mandé a la mierda.
________Por lo visto le sentó mal y quiso empujarme contra un coche, y como vi que no me soltaba ya grité:
________-¡SEÑOR, QUE ME DEJE EN PAZ!
________Ya me soltó, me gritó varias veces maricón y calientapollas y yo lo volví a mandar a la mierda. Luego, cuando volvía andando a casa, me arrepentí de haberlo llamado señor, porque no se merecía mi respeto ni mi nada. Por si fuera poco, cuando me levanto esta mañana estaba mi padre en la puerta de mi cuarto esperando a que me levantara para ir a comprar unos bidones que necesitaba para la fábrica. Aún me reprocha "haberlo engañado durante tanto tiempo y no decirle que era maricón hasta ahora, cuando lo sabía todo el mundo". Y luego voy y me entero de lo de Jon y el Loko. Hay días en los que mejor no me levantaría de la cama. Al menos he sacado dos cosas en claro: una, que no vuelvo al Arcoiris en mi puta vida y dos, que esta noche quemo Salamanca con los colegas!


Ay, Z., si fueras como este mozalbete...

2 comentarios:

Aisha dijo...

Fede! Si es que hay cada burro por ahí. La jodienda no tiene enmienda, dice mi padre, jajaja. Respecto al tuyo, ya sabes lo que te dije en su día. ¿Me llamas a las 12 y quemamos juntos la ciudad?
Mil besos, guapísimo

pd: no vayas a pubs de ambiente por mucho que entiendas, ¿o no has entendido nada de nuestras maratones de QaF? :P

Anónimo dijo...

Hola Fede, te sigo en el Google Reader y hasta ahora no me he propuesto escribirte, pero te tengo que decir que me siento muy identificado contigo. No soy gay, pero también soy joven y al fin y al cabo todos tenemos muchos problemas, y son los mismos. Ánimo, sigue escribiendo mucho :)
Un abrazo!
L.

lamusique

No podría vivir sin

eveybody's gotta learn sometimes

Un libro

Un libro
Un saco de huesos, Stephen King