Esta mañana estuve en el parque, junto a la casa de verano de la familia Lorca. Más de una vez he hablado con Paco*, uno de mi quinta, que es una pena que un poeta no llegue a hacer su retrato, porque nadie como uno mismo sabrá destacar sus detalles, y la propia palabra lo dice, "autorretrato" lo hace uno mismo. Esta mañana, en el parque, a la sombra de uno de esas horrendas palmeras que han puesto para refrescar la espera a los turistas, me he acordado de Federico. Le cortaron la vida tan pronto que no tuvo tiempo de hacer su autorretrato, por mucho que hablara de su niñez en el Romancero o la deformara con su Poeta en Nueva York. Hablé ayer con Elvira; vino a verme y me dijo que le hacen falta tres o cuatro poemas más para concretar Espejilandia. Al fin he decidido escribir mi autorretrato, lo único en lo que he podido pensar durante todo el día.
Autorretrato
que van a dar a la mar
que es el morir;
JORGE MANRIQUE
Maman me llamaba Petit Chêne
porque lo primero que vi fueron las hojas
del roble de corteza dura, roja.
Todo hombre guarda un árbol dentro.
Haya lo que haya, en la villa bebí donde
los potros al abrigo de las hayas y zaldiak,
estragos de corriente salvaje,
de aguas que saltan y salpican cuanto les rodea.
Vi morir y matarse a hermanos de dos bandos,
me helaron el corazón
nacional y republicano, dos caras de una moneda;
que veinte años no es nada.
Pinos, cipreses, muchos cipreses, más cipreses,
viñedos y olivos, abetos, matorrales deshechos.
Todo hombre guarda un río dentro.
Una rosa blanca con pintas rojas,
—¿Cómo te llamas? —Yo Carmela.
—Enchanté, ¿nos vemos luego?
Nos vimos siempre, recogimos margaritas y
amapolas en su pelo. Desgranamos los años
sin ganas, ocho uvas, tres pasa(da)s…
Todo hombre guarda una mujer dentro.
Recogí en la senectud, a la sombra de un naranjo,
curvas y sedimentos, manos que arrullar,
ojos que grabar en mi recuerdo.
Ahora aquí, en el huerto del poeta veo pasar
las horas, testigo de un peral que ya no crece,
ni muere, ni da peras ni hace nada.
Como yo.
Pero desde este banco descascado ya se dibuja el delta,
ya se entrevé el mar con su horizonte
finito.
Xabier Bollaín Hurel
2 comentarios:
Una vida resumida en versos... maravilloso!
Precioso, gracias.
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